SAN JOSÉ PADRE TRABAJADOR
(Misioneros Contemplativos Javerianos ad Gentes.)
La Iglesia, cuerpo místico de Cristo, nos presenta espacios muy particulares para
acercarnos a Dios, ella es Maestra porque es Madre nacida, guiada y sostenida por el Espíritu Santo. En su pedagogía para el bien de todos ella nos presenta para este año la figura de San José para que demos una mirada de gratitud a Dios que ha querido darnos a este hombre como modelo de Padre Trabajador, aspecto estupendo que iluminan nuestra reflexión para tener en cuenta en la vida del Venerable Miguel Ángel Builes y que alimenta, sin duda alguna, la espiritualidad MAB. Aspecto que en este modelo humano va antecedido por ser Padre.
En el numeral 6 de Patris Corde encontramos la característica del trabajo en San José, aspecto este que ha sido reconocido y tenido en cuenta en la historia de la Iglesia, de manera especial desde el Papa León XIII y ahora con el Papa Francisco: “San José era un carpintero que trabajaba honestamente para asegurar el sustento de su familia. De él aprendió Jesús el valor, la dignidad y la alegría de lo que significa comer el pan que es fruto del propio trabajo” Patris Corde No.6. Aquí entramos a considerar la grandeza de una responsabilidad permanente en quien estaba respondiendo a la voluntad de Dios en el proyecto de la Salvación, enseñar desde lo cotidiano a su hijo, enseñar con el ejemplo y desde ahí mostrarse en esa doble vertiente de ser Padre y ser Trabajador. Desde ahí encontramos a San José con un criterio supremamente claro de la vida como don de Dios al servicio de un plan especial y de la misión que estaba asumiendo por amor y muy posiblemente sin entender los designios de Dios, pero sabía en su corazón que si había sido escogido para ser esposo de María Santísima y padre de Jesús, el trabajo haría parte de esa respuesta afirmativa al encargo divino y esto le produciría alegría, lo realizaría como hombre, como esposo y como padre.