El 1° de junio de 1894, a petición de Sor María del Sagrado Corazón, Santa Teresita escribió su poesía “Mi Canto de Hoy”. El lenguaje es sencillo, con imágenes que le son familiares a Teresa, y el entusiasmo va creciendo poco a poco, conservando sin embargo su sencillez, gracias al estribillo: «Nada más que por hoy». Para Teresa «Lo que cuenta, y también para nosotras, es el día de hoy», ese día de hoy que nos trae su gracia. Hay que subrayar la coherencia de esta poesía con toda la vida de Teresa (cf. Cta. 89, 96, 169, 241 y CA 19.8.10). Disfrutemos, algunas de sus estrofas y dispongámonos a vivir en este SOLO POR HOY:
1 Mi vida es un instante, una efímera hora,
momento que se evade y que huye veloz.
Para amarte, Dios mío, en esta pobre tierra
no tengo más que un día:
¡sólo el día de hoy!
2 ¡Oh, Jesús, yo te amo! A ti tiende mi alma.
Sé por un solo día mi dulce protección,
ven y reina en mi pecho, ábreme tu sonrisa
¡nada más que por hoy!
4 Si pienso en el mañana, me asusta mi inconstancia (2),
siento nacer tristeza, tedio en mi corazón.
Pero acepto la prueba, acepto el sufrimiento
¡nada más que por hoy!
5 ¡Oh Piloto divino, cuya mano me guía!,
en la ribera eterna pronto te veré yo.
Por el mar borrascoso gobierna en paz mi barca
¡nada más que por hoy!
8 Pan vivo, Pan del cielo, divina Eucaristía,
¡conmovedor misterio que produjo el amor!
Ven y mora en mi pecho, Jesús, mi blanca hostia,
¡nada más que por hoy!
9 Úneme a ti, Dios mío, Viña santa y sagrada,
y mi débil sarmiento dará su fruto bueno,
y yo podré ofrecerte un racimo dorado (4),
¡oh Señor, desde hoy!
10 Es de amor el racimo, sus granos son las almas,
para formarlo un día tengo, que huye veloz.
¡Oh, dame, Jesús mío, el fuego de un apóstol
nada más que por hoy!
11 ¡Virgen inmaculada, oh tú, la dulce Estrella
que irradias a Jesús y obras con él mi unión!,
deja que yo me esconda bajo tu velo, Madre,
¡nada más que por hoy!
13 A mi Jesús deseo ver sin velo, sin nubes.
Mientras tanto, aquí abajo muy cerca de él estoy.
Su adorable semblante se mantendrá escondido
¡nada más que por hoy!
14 Yo volaré muy pronto para ensalzar sus glorias,
cuando el día sin noche se abra a mi corazón.
Entonces, con la lira de los ángeles puros,
¡yo cantaré el eterno, interminable hoy!